“LIDEREN O APÁRTENSE DEL CAMINO!”

Esa fue la declaración del representante de Papua Nueva Guinea, Kevin Conrad, dirigida a sus pares estadounidenses en la sesión final de la XIII Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, realizada en diciembre de 2007 en la isla de Bali, Indonesia.

Reflexionando al respecto, no deja de ser pertinente la declaración de Conrad, pues sabido es el liderazgo que ejerce Estados Unidos en diferentes ámbitos, que van desde lo económico hasta lo militar, pasando por lo deportivo hasta inclusive, en lo que se refiere a la industria cinematográfica y musical, entre otras, pero…¿tomarán el liderazgo en materia medioambiental?

En 1997, cuando se firmó el Protocolo de Kioto, EE.UU. se comprometió a reducir sus emisiones en un 6%. Pero poco después se retiró y hoy en día sus emisiones de dióxido de carbono inclusive han aumentado con respecto a los niveles de 1990. Situación preocupante teniendo en cuenta que la población de este país constituye el 4% de la población mundial y emite casi el 30% de estos gases que se producen en el mundo.

La cita de Bali marca un precedente importante en los esfuerzos de combatir el cambio climático: todos los gobiernos presentes (inclusive EE.UU.) aceptaron los resultados científicos de que el calentamiento global es “inequívoco”, situación que parece menor a estas alturas, pero es el primer paso en busca de la recuperación, tal como lo haría una persona que sufre de una adicción, al reconocer su enfermedad. En reuniones previas de la Convención sobre el Cambio Climático algunos gobiernos todavía discutían en torno a si el cambio climático estaba ocurriendo realmente o cuán grave era.

Durante las anteriores elecciones en Estados Unidos, el tema ambiental fue abordado de manera más bien superficial por los candidatos. Al Gore, en aquella época, señaló que este tema parecía un objetivo poco realista y vaticinó que en las elecciones de 2008 sería la prioridad número uno de los partidos. Hoy los nuevos aspirantes a la Casa Blanca han colocado como uno de sus blancos predilectos el balance negativo en materia ambiental de su país, uno de los que más contamina en el planeta, y los vaticinios se cumplieron. Este ya es un gran tema en la agenda de los precandidatos.

Estas son alguna de las ideas de los principales pre-candidatos.[1]

John McCain. Asegurar la calidad del aire y el agua, el uso apropiado de la tierra y los espacios verdes. También apoya la protección de parques nacionales. Asegura que la protección del medio ambiente va de la mano con la riqueza de un país.
Hillary Clinton. Reduciría la emisión de gases de invernadero en un 80 por ciento para el año 2050, para evitar empeorar los efectos de calentamiento global. Reducir el consumo de energía en los negocios.

Barack Obama. Reduciría las emisiones de carbono. Compensaría a aquellos dueños de ranchos, granjas y bosques que planten árboles y restauren los pastizales. Considera que el calentamiento global es uno de los retos morales más grandes de nuestra generación.

Es de esperar que cualquiera sea el candidato ganador de las elecciones en el país del norte, asuma un liderazgo internacional en materia ambiental, liderazgo que los ciudadanos norteamericanos merecen, pues nuestro planeta (sí, el mismo que compartimos con EE.UU.) ya no espera.

Michael Oñate.
Alumno Derecho

Universidad de Magallanes (UMAG)
[1] Vease: http://www.terra.com/noticias/elecciones-2008/calentamiento-global.htm.